Mientras las feministas viajan a NYC para reunirse Planned Parenthood, el abortorio americano acusado de vender órganos y tejidos de los bebés abortados desde sus instalaciones en Estados Unidos financiado por la Open Society de Soros, mientras llenan sus bolsillos, y la hucha de sus consejerías de igualdad con los fondos europeos que reparten de 2.500 a 12.000 al mes por plaza de niño tutelado, aumentan los casos de niñas tuteladas violadas que no piden nada, porque viven de prostituirse sin costarle un euro al estado, de reclutar a más niños que engordan el negocio puteril infantil sumergido mientras el PSOE cierra el adulto.

El negocio feminista hay que alimentarlo. De ello depende el trabajo de trabajadores Sociales, psicólogos, educadores, Consejerías de Igualdad, centros públicos, privados y concertados. Sin niños no hay negocio, mientras muchos jueces, fiscales y políticos miran para otro lado, porque la administración siempre tiene razón.