Por César Vidal y Cristina Seguí.

Aterrizamos en el cónclave mundialista totalitario de la AGENDA 2030 por excelencia, donde los arquitectos y los policías del pensamiento.

La reunión donde los líderes políticos, partidos y oenegés diseñan las normas sociales de su proyecto de ingeniería social y, por encima de todas las cosas, con una premisa: la persecución al disidente.

Hay que perfeccionar y niquelar adecuadamente en nombre de qué se asesina civilmente al discrepante, y el feminismo, es una gran herramienta con la que, además, los líderes globalistas adquieren carta de impunidad para, entre otras cosas, lograr subjetivo de legalización de las drogas para destruir las sociedades liberales.