Con César Vidal y Cristina Seguí.

El socialismo sigue a pies puntillas cada principio goebeliano para mantenerse en el poder, y esta semana han puesto el práctica el principio de renovación:

La emisión abrumadora de políticas y consecuencias catastróficas a un ritmo tal, que cuando el adversario político responda el público esté ya interesado en otra cosa y el ciudadano, cada vez más saqueado, asfixiado, y atónito, sin recursos, ni capacidad para organizarse, pueda gestionar semejante cantidad de medidas con impacto directo en sus vidas:

Coetáneamente, el ministerio de Agenda 2030 español ha implantado la cartilla de racionamiento bolivariana en pleno corazón de Europa, y el Tribunal Supremo ha confirmado la condena al Gobierno de España, el más “progresista”, “diverso”, y pro fronteras abiertas, inventor de la “justicia social”, por vulnerar los derechos a la integridad física y moral de los menores inmigrantes marroquíes devueltos su país. ¿Hubiera ardido la calle si semejante condena hubiera recaído sobre algún partido de derechas?

Lo analizamos hoy en La Mafia Feminista.