El no arrasó en Chile con un 62% de los votos, aplastando al 38,14% del “apruebo”.

Con el rechazo queda herida de muerte la imagen del Gobierno comunista de Boric, su crédito, y el destape de la inviabilidad de su proyecto político totalitario usando a las minorías, entre las que están los mapuches que han rechazado el proyecto del supremacismo indigenista, una de las herramientas esenciales del marxismo posmoderno y una vía para catalizar el resentimiento social. César Vidal y Cristina Seguí te cuentan por qué.