La ONU ha salido al auxilio del Gobierno de España y sus leyes feministas alabando la ley del aborto y la ley trans que castra mediante la amputación y castración química a los niños. Todos los medios izquierdistas y globalistas presentan a las “expertas” a sueldo de la organización como “independientes” con una solvente trayectoria.

César Vidal y Cristina Seguí demostrarán en exclusiva en el programa de hoy que se trata de activistas radicales opacamente pagadas por las grandes fundaciones multimillonarias Open Society Foundation, Fundación Ford, y la Bill y Melinda Gates que operan violando los tratados de la propia ONU bajo el paraguas de la entidad internacional. ¿Quiénes son y qué relación tienen con la industria abortista y el gran capital privado?

Su presencia, como la del resto de observadores internacionales de la ONU, o avalistas que emiten comunicados para legitimar las políticas corruptas de países como España, ya son la norma de que, el país al que le dedican su atención, ya ha dejado de ser una Democracia. La entrada, o la participación de observadores internacionales de DDHH es práctica conocida de regímenes represores para maquillar la corrupción. En el caso de Venezuela para ocultar presos políticos, procesos electorales ilegales, y asesinatos de opositores y población civil. En el de España, para avalar la corrupción y la mutilación infantil en pro de las reivindicaciones LGTBI.